Hoy desayuné en una mesa al lado del ventanal con vistas al jardín delantero. Siento mucho no tener fotos. Es un sitio precioso y la comida es estupenda.
Por cierto, antes de que me olvide, el agua que se encuentra en los grifos y fuentes que se encuentran por la ciudad es potable. De hecho lo pone en la guía de la ciudad.
Después de desayunar salí a visitar los lugares que me quedaban por ver. Primero fui a la tienda de comida de plastico. Allí se puede hacer un curso de hacer tempura con comida de plástico. Me dijeron que tenía que esperar a que terminara el turno que estaba allí. Cuando me tocó el turno, un señor que estaba con su familia se ofreció a sacarme fotos y estuvo hablando en inglés conmigo. Él acababa de hacer el curso con su familia.
Lo primero que hace la monitora es llevare a los estantes para que elijas la comida de plastico de la que quiera hacer la tempura. Luego te pone delante de una cubeta y te va dando las intrucciones. ¡Ojo! las instrucciones son en japonés. Se pone cera en la cubeta con agua y la monitora pone la cera, lo primero es dar forma a la cera y luego enrollar la cera alrededor de la comida de plastico.



Se saca la tempura de la cubeta y se coloca en otra con agua fría. Se sigue el mismo proceso con el resto de la comida de plástico. Lo más interesante y divertido vino después, hacer una hoja de lechuga! Pues bien, la monitora pone dos colores de cera en la cubeta y hay que arrugar la cera con la mano y despues quitar la parte que sobre y violá! Ya tenemos una hoja de lechuga. Después se mete la hoja con el resto de la tempura en una cubeta con agua fría.



Al final se saca de la cubeta y se mete en una cajita de plastico y te lo llevas. Yo tengo mi pack, pero la lechuga no ha sobrevivido al viaje :(
Ahora no recuerdo los sitios que visité pero os contraré cosas interesantes. Fue un día muy largo y muy emocionante.
Una cosa curiosa que se puede ver por la ciudad son unos cubos a los incendios. Se encuentran colgados por fuera de las casas. Pués leí en algún sitio, que esto es debido que hace años hubo un incendió muy grande que destruyó gran parte de la ciudad y por eso, desde entonces se pusieron estos cubos y una campana para avisar rápidamente de un incendio y empezar a sofocarlo.



Después pasé por un templo que tenía colgado de una mesa este curioso cartel. No entiendo que pone, pero leyyendo palabras concretas, pedían un yen para niños y zonas verdes. Si alguien lo puede traducir que lo ponga en un comentario por favor.



Visité el templo Jion Ji con un jardín precioso. En la entrada hay que descalzarse y guardar los zapatos. Parece que normalmente no hay nadie para atender a los visitantes por lo que en la mesa de la entrada tiene puesto un papel con el precio de la entrada y las instrucciones y dónde se puede depositar el dinero.
Cuando llegué yo, me vió una señora y salió a recibirme y me condujo a la sala con que daba al jardín y me dejó sola. Es un lugar maravilloso, el jardín el una marvillosa y lo más importante, está en silencio! Tuve la suerte de que no hubiera nadie allí cuando estaba. Es una lastima que no dejen sacar fotos, pero se puede ver en la página web de la cuidad.Pues estuve un buen rato disfrutando del paisaje, bueno salvo por los mosquitos que me estaban picando. Se puede oir el sonido de gotas de agua resonando. La explicación al este sonido la podeis encontrar en esta página.
Una cosa que me llamó mucho la atención era encontrar carpas en las alcantarillas de la ciudad.



Por el camino vi una farmacia y me metí a comprar algún medicamento para el resfriado. La chica aunque me entendió un poco, preferió avisar a otro compañero que hablaba un poco el inglés. Antes de darme algún medicamento, me preguntó si había tengo fiebre. Me preguntó si prefería medicina ordinaria o medicina china. Le dije que la ordinaria y luego me dijo las veces al día que debía tomarla.
En Japón la gente le gusta mucho adornar sus casas. Fijaros que adornos mas curiosos y bonitos.



Aqui va un detalle de un de los peces.



Caminé hasta llegar al polideportivo de la ciudad. Un edificio con un aspecto muy curioso. Tuve que abrir el paraguas para que el sol no me quemara. El sol pega fuerte en Japón. Por el camino de vuelta me compré un helado de té verde y nata. Tengo que reconocer que esta combianción esta buena, lo único que con el calor que hacía se me empezó a derretir el helado mientras llegaba a un sitio donde sentarme y sacarle una foto. Me compré también un pan melón y un pan de naranja.



Después del helado pasé por un puente y me resultó curioso el dibujo de sus barandillas.



Había visto estos carteles en muchos sitios pero los había visto vacíos. Resulta que son para pegar los carteles de los partidos políticos. Recordad que estaban en plena campaña electoral



Había un puente desde el cual varios chicos se estaban tirando. Debajo del puente había un señor que les sacaba fotos con una cámara profesional. Mucha gente se quedaba mirandoles y aplaudiendo. Esto si que es juventud. Huy, me siento vieja. jajajajaajaja



Volví a la galería de arte para preguntarle a la señora donde me recomendaba ir a comer. Me preguntó lo que queria comer y luego pregunto a otra señora y entre las dos me recomendarón un sitio. Fui allí pero resultó que ese día estaba cerrado.
Así que me fui a otro punto de turismo que estaba allí cerca. Este sitio era punto de información, con lavabos, un tienda de ropa y conservas y pescados de la zona y un restaurante, tambien se puede beber leche de la zona, normal o con cacao.
Me acerqué al mostrador de información para preguntar cómo podía ir a ver unas cuevas. La mujer me comentó que esta un poco lejos y se debe ir en coche. Luego me acordé que no sabía que guagua (autobus) tenía que coger para ir al día siguiente a Takayama. Ella me dejó un número para hacer la reserva, pero le dije que no creo que pudiera hacerlo, asi que ella mismo llamó y lo arregló todo para mi.Me dijo cuanto iba a ser y me mostró en el mapa donde tendría que esperar la guagua (autobus) y a que hora tendría que estar alli. Yo pensaba que el sitio no estaba muy lejos que no se tardaría mucho, pero aun así le pregunté a la mujer cuanto se tardaba en llegar allí caminando y me dijo que era mejor coger un taxi porque se tarda bastante yendo caminando.
Luego, ya que estaba allí me puse a mirar que podía comer y lo ordené. Me dieron un ticket que tenía que dejarle a las cocineras y ellas me dieron un mando con alarma. Me dijeron que cuando sonara, podía ir a buscar la comida. Esto fue lo que me pedí



La verdad es que habia mucho arroz pero nada con lo que comerselo. Después les devolví a las cocineras los platos y les pedí un vaso de agua para tomarme la medicina. Las señoras les hizo gracia verme mezclar el sobre de la medicina con el agua y tomarmelo. Me comentaron que en Japón la gente se mete el contenido del sobre en la boca después bebe el agua. Yo aun no he sido capaz de hacer eso. Estuve un buen rato hablando con las cocineras que me preguntaba muy curiosas. Me preguntarón por mi edad, mi estado civil, cómo había sabido de la ciudad... Resultó que una de las cocineras tenía mi misma edad. ¡Menuda casualidad! Yo creo que el plato que me pedí no lo pide mucha gente porque las cocineras parecían sorprendidas.
Después me fui a visitar una antigua clínica convertida en museo. La mujer que vendía las entradas me leyó el inglés la historia de la clínica. Estuve hablando un poco con ella. Ella estaba muy interesada en saber cómo había sabido de la ciudad. Parece que a todos sus habitantes les interesa saber cómo llegan a conocer los extranjeros su ciudad. Luego pasó una señor por ahí y estuvo hablando con la mujer del museo y ella le comentó que yo hablaba japonés. La señora se despidió de mi diciendome que me cuidara. Es muy comun que los japoneses que te deseen que te cuides.
Pues la parte baja corresponde a la clínica que está exactamente igual que en antaño, con los instrumentales, las medicinas, el despacho, etc. En la planta superior había una exposición de decadas de carteles anunciando el "Odori". Algunos son graciosísimos.
Otra cosa curiosa que encontré por la zona fueron los carteles para recordar a la gente que recoja las heces de sus perros.



Por la tarde me fui a tomar un baño al río. El día anterior hizo mucho calor que daban ganas de bañarse. Hoy hacía mas fresco y el agua estaba helado. Que torpe soy, se me cayó el mapa al agua y se mojó, tuve que esperar a que se secara antes de irme a alguna parte. Cerca de donde me encontraba había un señor con sus hijos que se estaban bañando y él estaba pescando. Muchas de las casas tienen escaleras propias que llegan hasta el río. Hay que tener cuidado con donde se baña uno, ya que hay zonas con fuertes corrientes, por lo que puede ser peligroso.



Vi unos cuantos peces pequeñitos en el río. Al principio es un poco dificl verlos pero están ahí.
Luego me fui hasta el final de la ciudad desde mi minsuku, y luego di la vuelta por el puente y volví por el otro lado. Por el camino, hubo señoras que me saludaron. Recuerdo una adorable ancianita que iba en su silla-moto y sonrió muy pícaramente cuando se dió cuenta que tenía un coche detrás y aceleró lo que pudo.



Al fondo justo detras del puente se encuentra la zona de acampada de la ciudad. Son como 15 minutos andando desde mi minsuku. A la vuelta por el otro lado fui caminando por la orilla del río.



Casi al llegar a terminar de dar la vuelta me vi un montón de velas de estas al borde del camino que discurre paralelo al río.



Luego volví a mi minsuku para darme una baño y prepararme para la cena. Hoy no me siervieron mucho pescado pero hubo. Me puso un pescado ahumado del río. Le preguntçe a la dueña cómo se comía y me dijo que me lo tenía que comer entero incluida la cabeza y las aletas. Resultó que estaba buenísimo, pero dejé los ojos y la boca porque me daba rollo comerlo. Si lo llego a haber probado antes, lo hubiese comprado en la tienda de de productos de la ciudad. Durante la cena vino la dueña a traerme la comida y me preguntó si iba a ir al "Odori" hoy y le dije que si y le pregunté si ella iba a ir, pero me dijo que no. Imagino que estaría cansada de trabajar todo el día.
Después de cenar me fui a prepararme. Ponerme mi yukata, atarme la obi, peinarme. Cuando bajé, la dueña estaba hablando con unas clientas en la entrada sobre su perro. Había vestido a su perro con un yukata. Que monada de perro, la verdad que hsata ese momento ni me había fijado que hubiera un perro en casa.



¡Qué cosa mas bonita! Cuando se fueron las señoras le pregunté si me deja un par de geta para ponermelas y me dijo que si. Las getas estaban en el armario de los zapatos y ponían el nombre del minsuku. Fue muy divertido, saliedo del minusku casi me caigo al suelo intentando caminar con ellas. Alguna vez en la vida hay que probar a ponerselas. Me costó un rato hasta cogerles el truco para caminar.



Me costó llegar hasta la plaza, pero me llevé una sorpresa. La fiesta no estaba allí. Me acerqué a unas chicas que estaban allí para preguntarlos don de era la fiesta y me dijeron donde era. Cuando me estaba llendo, las chicas luego se acercaron corriendo para decirme que se habían equivocado de sitio, que me acompañaban para que no me pierda. Le agradecía pero les dije que no se preocupara que ya llegaría sola, que con las geta iba a ir un poco lenta.



Pues al final seguí caminando y a cierta altura del camino empezé a seguir a la gente que supuse que iban al mismo sitio y se oía la musica cerca. Esta vez la fiesta estaba en una calle. Este es el ambiente que había en la calle.



Había mucho ambiente y hubo gente que me animó a unirme a ellos a bailar. Algunos si me apunté si podía seguir los pasos, pero otros no. A lo largo de la noche el ritmo de las canciones iba aumentando. Me dió pena que se terminara porque me estaba divertiendo mucho. Y es muy divertido bailar con las getas y hacer ruidos con ellas. Recuerdo haber visto a una señor que se había atado el pañuelo de la cabeza debajo de la nariz.



El señor que se ve a la derecha de la foto, con yukata blanco con dibujos azul marino era del grupo encargado de marcar el ritmo y vigilar si la gente se equivocaba.

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