Cómo no dormi durante toda la noche, cuando oí a la dueña levantarse, yo también me levanté. Me puse a mirar el horario de la guagua (autobus) y calculé que para llegar a una hora decente a Nikko tendría que irme sin desayunar. Entonces le comenté a la señora que estaba en la cocina preparando todo para el desayuno y me dijo que no había problema, que lo entendía, pero imagino que se sentió un poco molesta.
Me preparé pronto y recogí mis cosas para marcharme. La señora me hizo el cálculo de lo que le debía, pero había quitado el desayuno, le comenté que no era necesario, pero dijo que no. Antes de marcharme le pedí disculpas por los problemas que le había causado.
Con las prisas ni siquiera me dió tiempo que escribir una nota para dejarsela a la pareja de españoles para despedirme de ellos y dejarles mis señas.
Fuera estaba un poco nublado, pero los habitantes del pueblo ya estaban despiertos. Un señor que estaba trabajando en el campo me deseo buenos días en inglés.¡Qué bonito!
Una vez en Takayama me subí al tren para ir a Nagoya. Desde el tren vi algo curioso, una señora pasó la parte de atrás de un kiosko que dejó colgado un paraguas allí. Habían muchos paraguas allí y no se si la gente los coge, los usa y los vuelve a dejar en su sitio después.
Por el camino, el tren efectuó una parada en Gero, una ciudad famosa por sus onsen por eso habían tantos anuncios de onsen.



Cuando estaba en la estación de Nagoya para coger el shinkasen a Tokyo me encontré con la familia de hawaianos que había conocio en Takayama. La mujer se acordaba de mi nombre, y me dió vergüenza no acordarme del suyo. Me comentó que se lo pasó muy bien y me que había hecho tempura con comida de plastico. Menuda casualidad habernos encontrado. Ellos también se dirigían a Tokyo. Creo que se sintieron un poco mal porque me vieron con cara de despistada, pero no atiné a decirles que no había dormido en toda la noche. Luego ellos se marcharón a buscar su vagón.
Mientras estaba esperando al tren, me compré un té con leche frío de una máquina para probarlo. Estaba muy dulce y sabe horrible, prefiero el té con leche caliente



A mi tocó viajar en el vagón de fumadores porque no había sitio en los vagones de no fumadores. Nunca jamás volveré a viajar en un vagón de fumadores, es terrible, la gente fuma muchísimo.
Intenté conectarme a internet en el shinkansen para ver más información de mi destino y planear un poco lo que iba a hacer, pero no puede.



Un ves en Tokyo, me dirgí a la zona de las taquillas para guardar los bultos que no quería cargar a Nikko. Me confundió el uso de las taquillas, debía poner el dinero de un día en la taquilla y cuando regresara me diría el dinero que debía insertar según los días que hubieran pasado.
El tren hasta Utsuyomiya era una maravilla, tenía para enchufar aparatos y una revista para realizar compras en el tren. Para almorzar me compré un bento en la estación de Tokyo.Seguro que habría sabido mejor si hubiera estado caliente.



No se si os había comentado antes, pero tanto el revisor, como la azafata que vende comida y bebida hacen una reverencia cada vez que entran y salen de un vagón.
Desde Utsumiya hay que coger un pequeño tren hasta Nikko. Una vez en Nikko, cuando salí de la estación me dirigí a la derecha y a 3 minutos caminando se llega a la estación de Tobu Nikko, donde se encuentra una oficina de turismo, pero para la hora que llegué estaba cerrada. Llamé desde un teléfono publico a mi hostal y les pedí que si podían venir a recogerme. Al final mandaron alguien a buscarme, y me dieron que mientras tanto esperara en el cibercafé que se encontraba al otro lado de la plaza que hay enfrente de la estación.
Me vino a buscando un hombre que hablaba inglés. Me preguntó de donde venía y me dijo que él había estado en Takayama y se había quedado en un albergue de un templo, donde está el famoso monje Tommy, muy famoso entre las páginas de viajeros extranjeros. Le comenté que al final descarté quedarme allí porque habían mismo número de críticas malas como buenas. Le comenté que estaba intentando practicar mi japonés y me dijo que me había equivocado de sitio quedandome en el hostal ya que todos hablaban inglés.
Cuando ya llegamos allí y entramos, él estuvo hablando con la recepcionista y después me dijo, que si quería me podía quedar en el otro hostal que estaba enfrente de la estación, encima del cibercafé, pero le dije que no importaba.



El check inn me lo hizo un hombre japonés, que imagino que sería el dueño y que daba las clases de yoga. Lo que no me gustó de él era que cuando estaba sacando dinero para darle, me dijo que porque no usaba el cambio de la cartera en vez de darle un billete grande.
Además parecía enfadado cuando le dije que para la cena quería el arroz con curry y no el plato de comida vegetariana, que encima salía muy caro.
Después me dierón una llave de mi habitación y me llevarón hasta allí. Cuando llegué sólo estaban las cosas de una chica. Dejé mis cosas en un lado y me fui a dar una vuelta.



Le pregunté a la chica de la recepción donde podía lavar la ropa, y me dijo que allí no tenían lavadora que tendría que ir a una lavandería que se encontraba cerca de la estación. Decidí que iría otro día a ponerla ya que si iba en aquel momento se habría hecho de noche y no sabía llegar.
Así que para aprovechar lo poco que quedaba del día me fui a dar una vuelta por la zona. Vi a gente montando a caballos. Vi unas obras en la carretera con estos curiosos carteles.




Fui caminando hasta una pista de patinaje, pero estaba cerrada, sólo entraban niños para practicar.
Luego volví al hostal porque pronto iba a ser la hora de la cena. Después de la cena le pregunté a la chica de la recepción si había algo que hacer o ver por la zona y me comentó que a esa hora lo único era un baño publico que estaba allí cerca y estaba muy bien.
Así que a falta de otra cosa que hacer, pues me fui al onsen. El camino estaba muy oscuro, tuve que sacar el movil para saber por donde iba.
En el onsen conocía a una señora mayor, una chica alemana que vive en Francia y una señora japonesa joven con su hija. La señora japonesa me decía divertida, dime algo en español jejejeje. Ella ya había estado en España. La señora mayor vivía en invierno en Tokyo y en verano en Nikko. Nos comentó que había una casada muy bonita siguiendo la carretera principal. La verdad es que fue muy interesante.Quedamos para volver a reunirnos en el onsen al día siguiente a la misma hora.
Cuando regresé a la habitación me encontré a mis otras compañeras de cuarto. Eran dos chicas holandesas que había llegado muy tarde y se habían perdido por el camino. Eran muy simpáticas y estuvimos hablando un rato hasta que vino la otra compañera de cuarto, que era profesora de inglés en un colegio en Fukoka. Las chicas holandesas habían empezado su recorrido por el país desde Hokaido y contaba que algunos albergues no tenían agua fría para ducharse, sino sólo agua caliente.
La profesora de Fukoka no sabía japonés, decía que no le hacía falta aprenderlo porque todo estaba en inglés.

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