Todas las chicas nos levantamos temprano. Esta era la primera vez que me quedaba en una habitación compartida con desconocidas. Pero la sensación es la misma que dormir con mis hermanas.
La profesora de Fukoka se fue a clases de Yoga. Las holandesas se prepararón para ir a Edo Wonderland.
Empezé el camino de bajada hasta la estación con la chicas holandesas, pero ellas pronto adelantarón y yo me quede observando la flora de la zona. Esta zona esta llena de albergues y hostales preciosos.
Un vez en la estación de Tobu Nikko, me fui a la oficina de turismo a comprar el bono de guagua (autobus) y para pedir información. Era demasiado temprano asi, qque sólo había una persona y no hablaba inglés, pero intentó ayudarme en lo que pudo, pero yo fui la que no le entendió muy bien. Me compré el bono para la zona del lago. Las chicas holandesas me recomendaron ir al lago que era lo unico que estaba abierto tan temprano.
En el kiosko que había en la estación me compré esto para desayunar.



Mientras esperaba la guagua(autobus) para ir al lago me vi este gato. Los gatos en Japón están gordísimos.



Una vez en la zona del lago Chuzenji, fui a visitar la cascada Kegon. Coincidí con varios grupos de escolares. Para ver la cascada hay que subirse a un ascensor que desciende hasta la plataforma de observación. Al salir del acensor hace mucho frío y hay que caminar por un largo pasillo hasta llegar a la plataforma metalica de observación donde existe una tienda de souvenirs.



Cuando salí de allí me puse a dí una vuelta por las tiendas de souvenir. Había una que en el exteior tenía un congelador con helados y ¡toallas!. Imagino que es un buen remedio para los días que mucho calor. Y cómo me entró algo de hambre, me compré esta croqueta gigante de patata que estaba muy bueno.



Después de comer fui un poco más lejos de la cascada, pero me di cuenta de que no había nada, asi que volví y seguí a un grupo de escolares hasta el lago.



El agua estaba fría y muy limpia. Había un montón de barquitos para alquilar para dar una vuelta por el lago.



Seguí caminando a orillas del lago de camino a las cascadas Ryuzu. Pero después de un rato me di cuenta de que estaba mas lejos de lo que pensaba y que se me iba a ir la mañana asi que decidí volver a la estación de Tobu Nikko para ir a visitar la zona de los templos. Si me daba tiempo, volvería a la zona para visitar las cascadas que me quedaban por ver. Por el camino de bajada, las curvas tenía carteles con letras del alfabeto Hiragana.
Desde a estación cogí otra gugagua (autobus) para ir a la zona de los templos. Me bajé en la parada siguiente a la que debía y me hize un lío con el mapa intentando encontrar donde comprar el pase de los templos. Al final conseguí encontrarlo y lo compré.
Luego fui siguiendo el mapa y pasé por una zona de descanso, donde habían montado un tatami para una exhibición o práctica de kendo. Yo no vi a nadie practicando, pero si que vi a la gente vestida para ello, pero sin las protecciones.
En el camino central, hay un cartel de bienvenida en varios idiomas.



Muchas de las edificaciones está restauradas, mientras que otra, aun siguen su curso de restaruación.



Lo que más llama la atención son los colores vívidos de sus edificaciones.



La talla de los monos que aparece en un portal.



La talla de un gato que aparece en un portal.



Pasado el portal hay una larga subida a la tumba de Tokugawa Ieyasu.



¿Que me tomo? ¿Té o Té? jejejeje esta maquina expendedora se encontraba al final de las escaleras. Hay que ver cuanta variedad.



Y finalmente la tumba de Tokugawa Ieyasu.



Tuve la suerte de ver empezar una boda. Aqui están los novios.



Cuando ya se habían sentado ante el altar, todos los invitados había entrado y la ceremonia iba a empezar, las ayudantes cerraron las puertas para evitar interrupciones.



Esta foto de la zona es una de mis favoritas.



En uno de los templos un monje explicaba la resonancia del templo. En otro templo otro monnje creo que explicaba la arquitectura de los templos porque mostraba fotos del complejo y hablaba.
Aqui va un popurri de fotos.





Algo que me sorprendía muchísimo, eran las mujeres con tacones. Ya me hubiese gustado ver a alguna de ellas subiendo las largas escaleras.



Después me fui a comer a una cafetería que había cerca del punto final de una la ruta de una guagua(autobus) por lo que después de comer, cómo vi que me quedaba aun bastante tiempo me decidí ir a la estación para voler a la zona del lago para ver lo que me quedaba por ver.
En un baño, encontré esta práctica sillita para bebés para tener vigilado al bebé y poder ir al baño tranquilamente. Seguro que a mi prima, y cualquier madre, le encantaría que en España implementaran esto.



Me llamó la atención esa lata de una máquina expendedora que ponía en español "nata de coco" y en japonés también pone lo mismo.



Pues cuando llegué a la estación de guaguas (autobuses) del lago, vi que el día estaba muy mal, estaba muy nublado así que decidi volver.
Cerca de la estación me compré la cena y subí al hostal. Una vez allí estuve esperando para la hora de ir al onsen. Estuvimos hablando mucho rato. Antes de despedirnos he quedado en volver algún día y volver a encontrarme con ellas en el mismo sitio. La chica alemana y yo estuvimos hablando mucho rato después de salir del onsen y cuando empezó a llover, la acompañé hasta su pensión, que por cierto era preciosa, ya que yo era la única que tenía paraguas. Después me volví a mi hostal, pero me costó un poco llegar por lo oscuro que estaba. Cuando volví cené y me fui a dormir. Esa noche estaba yo sola, las demás se habían marchado y no había llegado nadie nuevo.
Esto fue mi cena. Lo malo del bento es que estaba frío y a mi frío no me gustaba mucho.



Los dibujos que aparecían en el plástico que envolvía los palillos sobre el palillo de los dientes me hizo muchísima gracia.


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